Sehore

Sehore irrumpe en la escena musical en 2025 con su debut Ladencia, un álbum que desafía las convenciones y propone una exploración sonora fresca y provocativa. Este nuevo proyecto musical se distingue por su audaz mezcla de progresiones de acordes convencionales y disonancias —términos que a menudo despiertan resistencia en la música popular, pero que Sehore utiliza magistralmente para sorprender y liberar su propuesta creativa. Producido por Paco Loco y mastering en Kadifornia por Mario G. Alberni.

El álbum navega a través de ritmos que trascienden épocas, creando un collage sonoro donde se amalgaman influencias diversas. La intención de jugar con lo kitsch y un estilo deliberadamente «ñoño» sumerge al oyente en una experiencia única, reconocible y, al mismo tiempo, liberadora. Los matices imperfectos, esos ruidos tan a menudo relegados a un segundo plano, añaden a la autenticidad del disco, infundiéndolo con una esencia cruda y natural que invita a la introspección.

Lo que realmente destaca en Ladencia son sus letras, a veces aparentemente carentes de significado, que actúan como vehículos de emoción y reflexión en lugar de ser meras herramientas narrativas. Sehore se atreve a tocar temas difíciles y necesarios, como se evidencia en canciones emblemáticas como “mariposa” y “timba”, que reivindican los derechos del colectivo LGTBI+ y cuestionan las injusticias sociales. La pista “tango”, un poderoso manifiesto contra la violencia de género, reafirma el compromiso del grupo con causas sociales, y otros temas como “Astrónomo” y “safari” abordan la aporofobia, resaltando la importancia de empatizar con todos los sectores de la sociedad.

En un panorama musical que a menudo evita riesgos, Ladencia emerge como un testimonio de la innovación y la valentía artística de Sehore. Al abrir la puerta a la interpretación personal y la experiencia subjetiva, han creado un espacio donde el oyente no solo escucha, sino que también reflexiona y siente. Con su primer álbum, Sehore pone de manifiesto que la música puede ser tanto un arte provocador como un vehículo para el cambio.